Como no podría ser de otra forma, desde aquí quiero dar las gracias a todas las personas que me han apoyado a lo largo de todos estos años. Han sido muchas las personas que he conocido durante todo este tiempo y que me han animado a terminar algo que comencé por vocación.
A día de hoy sigo convencido de haber recorrido la carrera que debería formarme en la profesión que siempre he querido ejercer. Ahora me toca tomar otros senderos que espero me lleven a completar una formación que posiblemente no termine nunca.
A todos los que habéis seguido este blog, gracias.
A todos los compañeros de la universidad, tanto los que miran hacia la pizarra como a los que miran desde ella, gracias.
Y a todas las personas que seguramente no lean nunca esta entrada y se que siempre han estado apoyándome, gracias.
Aunque este no es el lugar propicio para hacerlo, me gustaría incluir aquí la dedicatoria que debería haber figurado en el proyecto.
A mis padres,
a mi abuela,
a Bea, mi chica.
Manuel.
Porque nueve años no son nada, pero en el fondo son mucho.